martes, 23 de abril de 2013

ENTENDER LA PRIMERA GRAN GUERRA

El video que podréis ver acontinuación explica de manera bastante sencilla las causas y el desarrollo de la Primera Guerra Mundial: 


viernes, 19 de abril de 2013

viernes, 5 de abril de 2013

REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN ESPAÑA


La tardía revolución industrial española


Términos como “tardío” en historia siempre son adjetivos relativos, no existe una norma absoluta que determine cuándo o cómo deben darse los procesos históricos.
Si se habla de una revolución industrial tardía en España, es en relación al ámbito socioeconómico en el que se encontraba relacionada con otros países.

Mientras Europa entraba en el siglo XIX en una acelerada industrialización con firmes instituciones liberales, tanto a nivel político (democracias liberales o monarquías constitucionales) como a nivel económico (predominancia del laissez-faire), España se refugiaba, con la restauración de la monarquía absoluta, en un despotismo ilustrado anacrónico.
En él, ministros como Ballesteros o Cea Bermúdez desesperaron a la burguesía y contentaron al rey a costa de perder el crédito extranjero y dejar la Hacienda en un estado calamitoso.
Despotismo ilustrado en el siglo típico del librecambio había forzosamente de significar proteccionismo. Proteccionismo hacia los cereales, roto únicamente cuando la crisis de subsistencias eran tan graves que no había otra solución más que importar grano.
Proteccionismo a la industria textil catalana, que era una condición sine qua non del apoyo de Cataluña al gobierno.
Proteccionismo a la industria siderúrgica vasca y asturiana, única manera, entonces, de paliar el atraso técnico.
El proteccionismo fue una expresión más de la debilidad estructural de la burguesía española. Las comunicaciones y transportes estaban basados en la arriería y en la carretería, la lentitud y la precariedad de estos medios de transportes frente al moderno ferrocarril que ostentaban las otras naciones era una rémora gravísima.
Cuando los gobiernos progresistas intentaban ir demasiado lejos en sus programas liberales no sólo tenían que enfrentar a los sectores más reaccionarios, sino que además tenían que evitar aparecer ante los ojos de la clase popular como una alternativa aún peor.
Pensemos que los clientes de la industria textil (la única que merecía ese nombre en la primera mitad del siglo) era esencialmente la masa de población que, directa o indirectamente, les proporcionaba las materias primas.

La producción de metales entrado el siglo XIX
Es bastante claro que la primera mitad del siglo XIX transcurrió, en líneas generales, entre los intentos de laburguesía por llegar al poder y su fracaso en lograrlo. Sin duda, fue consiguiendo espacios económicos importantes, pero fue incapaz de exponer un claro programa político burgués que instituya una sociedad democrática, lo que enlenteció el proceso de industrialización con la inestabilidad de leyes arancelarias y administrativas que no acababan de instituir de manera efectiva la apertura al librecambio.
La década de 1840, sin embargo, conoció algún progreso de la mano de la creciente industria textil catalana. Entre 1836 y 1840 se importaron 1.229 máquinas a Cataluña, y hacia 1845 la utilización del vapor en la industria textil era algo normal.
En 1848, fue inaugurada la primera vía férrea de España, el ferrocarril de Barcelona a Mataró, de 28,25 kilómetros de largo. En 1847 había 28.000 telares y 97.000 obreros del ramo y desde entonces los números fueron creciendo, junto con la población de Barcelona que en 1857 tenía 183.787 habitantes.

Grabado conmemorativo del Centenario del primer tren que circuló entre Barcelona y Mataró (ALCAIDE GONZÁLEZ)
En el norte de España, por otro lado, comenzó a surgir aisladamente otra de las típicas bases de laindustrialización, hornos siderúrgicos, con la fábrica de Trubia en 1840.
En cuanto a la minería, hasta 1839 ni siquiera existía alguna ley que regulara el aprovechamiento del subsuelo. A partir de entonces se constituyen numerosas sociedades mineras, en Cataluña sobre todo, pero la industria hullera continuó estancada, ya que la escasa siderurgia de entonces no utilizó carbón de piedra sino hasta 1848.
A grandes rasgos vemos, entonces, un largo período de estancamiento industrial, que coincide con el período absolutista de Fernando VII. Durante esta etapa apenas hay cambios apreciables en la economía española; dicho período se rompe hacia 1834, pero lenta y tímidamente: aparecen en la periferia los primeros signos deindustrialización, se elaboran las primeras leyes desamortizadoras y comienza a moverse el capital.

Salida del tren de la antigua estación de Barcelona (Biada)
Hacia 1850 comienza a desarrollarse en España el proceso de revolución industrial, pero a diferencia de los países industriales europeos, en España este proceso no tiene el mismo significado, tampoco la evolución política es paralela: mientras que 1848 es para toda Europa un año de revoluciones y triunfo total del liberalismo, enEspaña se abre entonces un período moderado hasta 1868 en donde no habrá revoluciones liberales.


ETAPAS Y CONSECUENCIAS DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL


LA REVOLUCION INDUSTRIAL, CAUSAS CONSECUENCIAS Y ETAPAS



INTRODUCCIÓN

La revolución industrial es un cambio económico fundamental en la fabricación de productos elaborados, ya que empieza a utilizarse maquinaria. Surgió a finales del Siglo XVIII en Gran Bretaña, extendiéndose por toda Europa, y por todo el mundo después, a lo largo del Siglo XIX. Sus principales características fueron la aparición de la máquina, las innovaciones tecnológicas, la utilización de nuevas fuentes de energía, la organización del obrero en fábricas, la división del trabajo y la necesidad cada vez más grande de capital.
La revolución produciría un cambio en el sistema económico, ya que la necesidad de capital provocó la aparición del capitalismo industrial. La ideología del capitalismo es el liberalismo de Adam Smith, que se basa en la no intervención del Estado y en la siguiente afirmación: “La búsqueda del beneficio individual nos llevará a conseguir el beneficio de la sociedad”. La palabra clave es individualismo.
Durante el capitalismo industrial había gran cantidad de pequeñas empresas (empresas familiares), que podían autofinanciarse, aunque cada vez iban a tener más necesidad de capital. Los medios de producción eran de propiedad privada y se concentraban en manos de la burguesía. El proletariado no tenía ninguna propiedad, sólo la fuerza de su trabajo, que vendía a cambio de un salario.


LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Hacia el año 1780, en Inglaterra, se produjo un cambio económico y social que originó la sociedad capitalista o Revolución Industrial.
En el Siglo XIX, desde Inglaterra, la Revolución Industrial se fue extendiendo a otros países, aunque en ellos se hablaba de industrialización para indicar que fue un proceso más lento influido por Inglaterra.
En la Revolución Industrial se crea una fuerte industria y se extiende el ferrocarril.
Causas de la Revolución Industrial
Aumento de la población: Desde el siglo XVIII las epidemias de peste fueron desapareciendo y el desarrollo de la agricultura permitió el crecimiento de la producción de alimentos y se produjo entonces un descenso de la mortalidad catastrófica (hambre, guerras, epidemias).
La mortalidad europea, igual que la mortalidad infantil, se redujeron.
La natalidad fue disminuyendo lentamente, aunque se mantuvo alta, como consecuencia el crecimiento vegetativo aumentó bastante.
El aumento de la población fue mayor en las ciudades. También se produjeron migraciones, especialmente hacia América.
Mejoras en la agricultura: Continuaron existiendo los recintos (concentración de las tierras en grandes propiedades) con el apoyo de los gobiernos, que permitieron la introducción de mejoras técnicas, además, algunas zonas se especializan en los cultivos más rentables.
Las mejoras en la agricultura favorecieron la Revolución Industrial de 4 formas:
El aumento de la producción permitió alimentar a una población en rápido crecimiento.
Las mejoras técnicas redujeron el número de campesinos necesarios para trabajar la tierra, y proporcionaron mano de obra para la industria.
Los beneficios obtenidos por los terratenientes fueron invertidos en la agricultura, el comercio y las nuevas industrias.
Las necesidades de metales para los instrumentos agrícolas y la demanda de maquinaria, provocaron el desarrollo de la industria metalúrgica y siderúrgica.
Desarrollo tecnológico: El aumento de la demanda de maquinarias hizo que se produjeran innovaciones técnicas que aumentaron la producción y los beneficios. Estos inventos comenzaron en Inglaterra en el sector textil, al principio fueron inventos muy sencillos, construidos en madera y realizados por artesanos y personas sin preparación científica.
El desarrollo tecnológico favoreció la Revolución Industrial en 2 aspectos:
Lo importante no es el invento, sino su difusión en la industria; un invento sólo se aplica cuando al empresario le sale rentable.
Cada invento no es muy importante en sí mismo, sino porque provoca nuevas innovaciones. La innovación más importante fue la máquina de vapor de James Watt que produjo consecuencias de gran importancia:
Consecuencias de la revolución industrial
La revolución industrial operó un cambio en los aspectos social, económico, político y del estilo de vida de la humanidad, debido a la invención y la aplicación en gran escala de las maquinas.
En lo económico:
Se incrementó un alto grado de rendimiento del trabajo y se redujo el costo de producción, lo que reporto un enorme crecimiento de las riquezas de las naciones industrializadas.
Se acumularon grandes capitales que dieron desarrollo a compañías y sociedades anónimas.
Se diseñaron, desarrollaron y perfeccionaron las vías de comunicación y los medios de transporte, haciendo posible el intercambio entre las naciones.
Se crearon las cámaras de comercio, las compañías de seguros, los bancos, etc.
Se desarrolla el sistema de rentas a crédito. Surgieron los métodos de publicidad y las competencias comerciales.
La artesanía y la manufactura no pudieron competir con la gran fábrica capitalista y fueron desapareciendo paulatinamente.
El modo de producción capitalista que se formó en el seno del feudal, había vencido ahora todas las formas de economía precapitalista, condenándolas a la ruina y el hundimiento irremisible.
En lo social:
Culminó el proceso de desaparición del campesino Inglés.
Aparecieron las grandes ciudades, que se convirtieron en centros industriales. Es decir, el abandono del campo y el aumento de la población de las ciudades.
Cambió radicalmente la estructura profesional de la población: a cuenta de la población agrícola se incrementó el número de personas ocupadas en las diferentes ramas de la industria.
La agudización de los problemas obreros y la organización de los trabajadores en gremios, sindicatos, etc.
La consecuencia principal de la revolución industrial fue la aparición de las dos clases de la sociedad capitalista: La burguesía industrial y el proletariado fabril, es decir, los 2 grandes grupos sociales: capitalista y obrero.
La aparición de doctrinas que alegan dar soluciones a los problemas sociales: socialismo, socialismo utópico, y la social-democracia, etc.
El desarrollo impetuoso de la economía acarreó un incremento del lujo y la riqueza de la burguesía y a su vez, de la pobreza y la indigencia en las masas trabajadoras.
En lo político:
Afianzamiento político de la burguesía.
El estado no interviene directamente como patrono en las actividades económicas, sino que auspicia la industrialización y regula la legislación social a favor de los trabajadores.
La industria ocupó una situación predominante.
Cambios en los modos de vida:
La población se concentró en las ciudades con actividad industrial.
La producción en serie abarató muchos artículos. Y así mejoraron las condiciones de vida.
El trabajo doméstico se hizo más corto, al incorporarse miles de mujeres al trabajo industrial. Y las costumbres de la familia cambiaron a medida que las mujeres comenzaron a trabajar fuera del hogar.

ETAPAS DELA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Primera etapa de la Revolución Industrial
La primera gran etapa de la Revolución Industrial fue la que se desarrolló entre los años 1760 y 1870. Fue un periodo marcado por los continuos inventos. En el año 1800 Volta inventaría la pila eléctrica. Stephenson inventó la primera locomotora de vapor en el año 1814. En 1825 se inauguró la primera línea de pasajeros. En 1834 fue Richard Roberts el que ideó el telar y la máquina de hilar. En 1837, Morse inventa el telégrafo y se da el primer gran impulso a las comunicaciones. En 1863 se inaugura el primer sistema de metro del mundo enLondres. En 1868 se lanza el primer ferrocarril transcontinental…
Pero al mismo tiempo, la sociedad comienza a sufrir profundas transformaciones marcadas por hechos que conducían a la implantación de unas ideas mucho más modernas y liberales. La Revolución Francesa fue fundamental para que esas ideas se propagaran por Europa.
Pero también la victoria de los ingleses en la Batalla de Trafalgar sirvió en cierto modo para fomentar el auge de la Revolución Industrial. Lo que a simple vista parecería una catástrofe para franceses y españoles, hizo que Gran Bretaña, la gran propulsora de la Revolución, se hiciera con el dominio del mar en el Mediterráneo. Se abrieron así las vías para un comercio global y al mismo tiempo los canales necesarios como para que las ideas librecambistas que tanto se defendían en Inglaterra llegaran aún más lejos.
Poco a poco, la semilla de una sociedad más avanzada basada en la tecnología iba floreciendo. En aquella primera etapa de la Revolución Industrial, la luz eléctrica, el gas y el transporte público (tres elementos básicos de cualquier sociedad hoy en día) habían venido al mundo. Se había pasado de ciudades alumbradas por petróleo y donde el único medio de transporte eran los carros de caballos, a viajar en máquinas de vapor y a tener alumbrado eléctrico.
Nos acercábamos al siglo XX con la ilusión de nuevos descubrimientos; con una febril actividad industrial y con una sociedad que se estaba acomodando a las ventajas que suponía gozar de unos avances tecnológicos que laboral y socialmente ofrecían una mayor libertad, confort y ocio. El optimismo creciente retroalimentaba la maquinaria de la Revolución Industrial.

Segunda etapa de la Revolución Industrial
Comenzó en 1870 aproximadamente. Y quizás fuera el invento de la dinamo la que diera un nuevo empujón a la carrera por la modernización tecnológica.  La obtención de fuerza hidroeléctrica gracias a estas dinamos permitieron transformarla en luz, y por ende, en energía para los nuevos transportes que iban surgiendo. La era de los transportes daba un nuevo salto adelante, y por otro lado, la sociedad se veía recompensada con un nuevo elemento desconocido hasta entonces: el alumbrado. Las horas de oscuridad, de candiles y cera, quedaban atrás. Cuando en 1879, Thomas Edison presentó la lámpara incandescente la sociedad ya se había preparado para los grandes avances que, uno tras otro, iban a llegar en aquellos años de finales del XIX y principios del siglo XX.
Aquel desarrollo industrial se centró en Europa, donde el Reino Unido era el gran dominante; la potencia mundial cuyos tentáculos se adentraban en todos los continentes. Ellos fueron el perfecto ejemplo del significado de la Revolución Industrial. En primer lugar porque crearon una industria textil con la que acumularon capital suficiente como para continuar con los estudios e innovaciones tecnológicas, y en segundo lugar, porque su vasto imperio colonial otorgaba el material económico y en materias primas como para afrontar con garantías la llegada de esta segunda fase en la que la siderurgia y el ferrocarril serían los elementos principales.
Sin embargo, aquella Revolución Industrial también tuvo sus puntos negros, que en este caso se reflejaban en la cada vez mayor explotación laboral. Jornadas de quince horas y el nacimiento de lo que Karl Marx definió como alienamiento de los trabajadores.
El éxito de la Revolución Industrial estuvo sustentado desde muchos puntos de la economía y la cultura, pues si la sociedad supo acoplarse y recibir con expectación todos aquellos avances y desde el punto de vista económico se estaba en una época de bonanza, también la apertura de nuevas rutas comerciales favoreció el engrandecimiento de todas aquellas naciones que se alineaban a ese nuevo progreso. En ello fue importantísimo también la apertura del Canal de Suez, en Egipto, en 1869, que permitió un comercio más fluido entre Europa y Asia.
Además las redes ferroviarias iban en aumento, y se comenzó una carrera loca por conseguir conectar, por un lado, las dos costas de Estados Unidos, y por el otro lado, los principales puntos comerciales de Europa. Por último, la presentación en sociedad de las primera líneas telefónicas de larga distancia permitió conectar en el instante a distintos puntos del mundo agilizando de este modo el comercio.
El ritmo de aquellos años parecía por momentos frenético. Era una carrera contrarreloj por ser los primeros en la que Inglaterra, Estados Unidos y Francia habían adquirido ventaja. Pero aquel imperialismo; aquella supremacía, no hizo sino crear más tensiones entre determinados países. Alemania e Italia se veían relegados y pronto surgieron los conflictos políticos… estábamos ante las puertas de la Primera Guerra Mundial.

La máquina de vapor de James Watt